Hace casi mil años que el castillo de Gordes domina el valle y brinda al pueblo ese aire de ciudadela impenetrable.
Desde la Edad Media el castillo ha conocido no pocas reformas, pero las grandes obras se realizaron durante el Renacimiento. Escalera de caracol, ventanas con maineles y chimenea monumental profusamente esculpida dan testimonio del espíritu renacentista que recorría la Provenza en el siglo XVI. En la actualidad, el castillo es un espacio dedicado a las exposiciones de arte y es una de las joyas de la arquitectura renacentista del Luberon.
En una de las salas, un espacio museográfico permite al visitante descubrir la historia del pueblo.